¿Es posible ser feliz? ¿qué nos hace felices? ¿para qué queremos ser felices? ¿seré feliz alguna vez? ¿las personas saben qué es la felicidad?
Estas son algunas de las preguntas que todos nos hemos hecho alguna que otra vez ya que la felicidad siempre ha sido uno de los objetivos más buscados por el ser humano.
En los últimos años hay una fuerte acogida hacia la búsqueda de la felicidad muchas veces traducida como la búsqueda del ser. Hay que decir que la felicidad tiene infinidad de connotaciones en muchas culturas, pero que todos no difieren en algo específico: la búsqueda hacia la felicidad es un hecho.
El concepto de felicidad a través del tiempo
La felicidad siempre ha estado en el corazón de la filosofía y, en algunos casos se ha convertido en uno de los conceptos clave en torno a los cuales han surgido varias escuelas de pensamiento. De hecho, la felicidad jugó un papel principal en el surgimiento y desarrollo de la ética griega.
Los filósofos griegos se plantearon dos cuestiones fundamentales: qué es la felicidad y qué hace feliz a la gente. Sus respuestas llevaron a tres posiciones diferentes. Por un lado estaban los filósofos como Aristóteles, que afirmaban que ser feliz implicaba el logro de la autorrealización y el logro de las metas que nos habíamos propuesto.
Otro grupo de filósofos argumentó que la felicidad significa ser autosuficiente, autosuficiente y no depender de nadie, afirmando que todos llevamos dentro de nosotros los elementos necesarios para ser felices y autosuficientes, pero para lograrlo debemos llevar una vida sencilla acorde con la naturaleza.
Por su parte, los estoicos fueron más allá y afirmaron que la verdadera felicidad solo se puede alcanzar cuando uno se olvida de las comodidades materiales y lleva una vida basada en la razón, la virtud y la imperturbabilidad, la tercera corriente fue el hedonismo con su máximo representante Epicuro, la felicidad significaba experimentar el placer, tanto físico como intelectual, huyendo del sufrimiento.
La felicidad en tiempos modernos
A mediados del siglo XIX surgió una tendencia filosófica muy interesante llamada «Nuevo Pensamiento» donde la felicidad era una forma de pensar, una decisión. Según estos filósofos, todos buscamos constantemente la forma de ser más felices, pero la clave es aceptar nuestra condición, nuestra historia de vida y nuestro pasado. Cuando tomamos esta decisión conscientemente, nos acercamos a la felicidad.
Matthieu Ricard, un biólogo molecular que abandonó su carrera para abrazar el budismo, revela otro de los secretos de la felicidad:
Ricard recibió el título de «El hombre vivo más feliz» cuando neurocientíficos de la Universidad de Wisconsin escanearon su cerebro y obtuvieron resultados que lo colocan muy por encima del resto en la escala de la felicidad. Según Ricard, el altruismo y la aceptación del presente son las claves de la verdadera felicidad, pero debemos perseverar en el camino.
«También indica que debemos enfocarnos en nuestro interior, en lugar de enfocarnos en el exterior, e implementar pequeños cambios que nos den alegría interior»
¿Qué es realmente la felicidad?
El concepto de felicidad no es una idea puramente filosófica sin repercusiones en nuestra vida diaria. De hecho, nuestra imagen de felicidad afecta nuestra actitud ante la vida e incluso puede hacernos más o menos felices.
En general, podemos referirnos a tres posiciones principales sobre la noción de felicidad, posiciones que provienen de las grandes corrientes filosóficas pero que se han popularizado y forman parte de las creencias de muchas personas.
- Escépticos: son aquellos que están convencidos de que la felicidad no existe o es imposible de alcanzar, por lo que ni siquiera la buscan.
- Limitado: son los que afirman que la felicidad no existe sino momentos felices, por eso debemos contentarnos con las pocas veces que llaman a nuestra puerta.
- Optimistas: son personas que creen que la felicidad existe y definitivamente se puede alcanzar.
Dependiendo de la posición que tomemos, desarrollaremos una actitud más o menos voluntarista ante la vida, esperaremos a que la felicidad llame a nuestra puerta o, por el contrario, iremos a buscarla.
Experimento de la Felicidad
En este sentido, un experimento realizado en la Universidad de Hertfordshire es particularmente revelador. Estos psicólogos reclutaron a un grupo de personas y las dividieron en quienes pensaban que tenían suerte y quienes pensaban que tenían mala suerte. A todos se les asignó la misma tarea: contar la cantidad de fotografías que aparecieron en un periódico.
Curiosamente, aquellos que pensaron que tenían suerte terminaron en segundos, mientras que aquellos que se consideraron desafortunados pasaron mucho tiempo completando la tarea. La diferencia es que los «afortunados» vieron inmediatamente un anuncio que decía: «Deja de contar, el diario tiene 43 fotos». Los «desafortunados» no vieron este anuncio y contaron las fotos hasta el final.
Esta experiencia nos enseña que la suerte o la mala suerte es también una cuestión de actitud, de apertura a las oportunidades. Obviamente, lo mismo ocurre con la felicidad.
La felicidad es un estado Mental
Podríamos conceptualizar la felicidad como un estado de plena satisfacción, una definición simple que tiene profundas implicaciones prácticas:
• La felicidad es un estado subjetivo, cada persona la vive de manera diferente, uede ser causada por diferentes cosas o situaciones, dependiendo de lo que cada una signifique para ellos, o puede ser un estado duradero, pero también puede expirar.
Recuerda, la felicidad no es una meta, sino un camino a recorrer. Trabajar para ser un poco más felices cada día está en nuestras manos.
Te dejo con esta gran frase del año 2021:
No quiero llegar a ser Feliz…quiero ser Feliz hasta el fin…
Anónimo
¿Que puedes hacer?
- ¿Qué significa para mí ser feliz?
- ¿Cómo vivo yo mi felicidad?
- ¿Cuáles son las pequeñas cosas que me dan satisfacción?
- ¿En qué momentos de mi vida he sido feliz?
- ¿Qué tipo de situaciones me impiden ser feliz?
- ¿Qué tipo de pensamientos y preocupaciones limitan mi felicidad?